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Cuando los pies,
hartos de caminar sin dejar huellas,
divagan sin sentido por su propio camino,
(que no siempre es el que queremos.. )
es cuando empezamos a ver las oportunidades
que hemos dejado pasar..
Damos vueltas y vueltas.. y sin saber el sentido que tomarán las cosas,
volveremos al mismo lugar a reencontrarnos.. a replantearnos
y a pensar con el lado opuesto del cuerpo..
es por los pies que usamos la cabeza:
por el camino recorrido, por el camino que queremos recorrer..
y es en este momento de duda hacia que dirección tomar
en que nos damos cuenta de lo mucho que nos hemos machacado..
de las cayosidades.. del cansancio.. de que aun nos falta mucho por andar..
a veces nos sentamos.. y dejamos que el tiempo pase
pero luego nos enojamos con nosotros mismos
por haber permitido una pausa tan larga..
así que, cuando los pies se cansen..
es bueno mimarnos un poco.. sin exagerar..
para cuando pase la noche.. limpiarnos los excesos
y retomar las cosas donde las habíamos dejado..
o, por qué no ?..
empezar de cero..